lunes, 30 de abril de 2007

Ariel Rot en concierto

Rot and roll

Ariel Rot
Lugar: Centro de Artes Escénicas (CAES). Torre Pacheco. Murcia
Fecha: Sábado, 14 de abril de 2007
Músicos: Ariel Rot (voz, guitarra), Mike Hernández (bajo), Osvi Grecco (guitarra, coros), Tito Dávila (teclados, coros), Toni Jurado (batería)

Ariel Rot volverá y revolverá a la Región y siempre dará a su público lo que mejor sabe ofrecer: una clase magistral de rock, con elegancia, temple... Rot and roll, en definitiva. El guitarrista argentino ha labrado, a base de años y años de carretera, su propio estilo: rock de lujo, adulto, salpicado con referencias folclóricas -tango, milonga, chacarera...-, melodías 'beatlelianas' y blues grasiento al más puro estilo Stone.

El pasado sábado (14 de abril), el músico abrió su nueva gira en el CAES de Torre Pacheco. Un tour que sirve para conmemorar las tres décadas de carrera de Ariel.

El auditorio está prácticamente lleno. Varias adaptaciones instrumentales de clásicos de los Beatles sirven de aperitivo al show. Por fin se apagan las luces. Aplausos. Se abre el telón y ahí está Ariel, en el centro del escenario, acompañado por una banda de viejas y nuevas caras. Todavía no se ha abierto del todo el telón cuando el grupo escupe rápidamente los primeros acordes de 'Lo siento, Frank', más acelerada y potente que la original, publicada en el disco homónimo de 2003. Un dato anecdótico –o no-: Ariel luce nueva guitarra, su última adquisición, una Telecaster del año 65, desconchada, de la que el argentino no se separa prácticamente en todo el espectáculo.

El auditorio recibe con fervor la apertura del concierto. Se nota en el ambiente: había ganas de tener de nuevo al rockero por estas tierras. Ariel se siente a gusto, tranquilo, mece el tiempo, quiere paladear cada segundo del show.

Por su parte, la banda está perfectamente engrasada. Mención especial para el gran fichaje de esta gira, Mike Hernández, bajista de alta precisión que hace gala de un swing único. Al fondo de la palestra, Toni Jurado demuestra con creces su gran pegada con la batería y, por encima de todo, su versatilidad para abordar diversos estilos. Tito Dávila (teclados) y Osvi Greco (guitarra) son ya dos piezas sin las que un concierto del argentino no sería el mismo.

En cuanto al repertorio del show, algunos podrían criticar que no varió mucho del que solía tocar el músico en su última gira. Sin embargo, si uno presta atención, puede descubrir detalles y guiños que enriquecen las canciones, como, por ejemplo, la evolución vocal de Ariel, que imposta la voz a lo Johnny Cash en temas como 'Sin sabe qué decir' y 'Adiós, carnaval', de la que ofrece la nueva versión a lo Dr. John que canta Bunbury en Dúos, tríos y otras perversiones. De hecho, muchos de los temas que el argentino toca son las nuevas adaptaciones que se han incluido en el álbum de versiones. Así, desfilan por el escenario la 'tomwaitsiana' 'Dos de corazones', con ese órgano infernal de Dávila; la emotiva 'El mundo de ayer'; la declaración de principios de 'Hoja de ruta'; la profunda 'Cenizas en el aire' -¡Qué pena que no estuviera Calamaro para cantarla!-; 'Dulce condena'...

Ariel, solo sobre las tablas, protagoniza uno de los momentos más entrañables de la noche interpretando una parte de 'Señoritas', canción incluida en el álbum de Calamaro Nadie sale vivo de aquí, de 1989, un año antes de que se gestasen Los Rodríguez.

Después sale el resto de la banda para hacer la increíble pero cierta versión del clásico rodriguista 'Mucho mejor' en clave de tango –resulta curioso ver a Ariel sin guitarra, micro en mano, como si de Goyeneche se tratara-.

La mítica 'Milonga del marinero y el capitán' cierra un show que demuestra que Mr. Rot, con canas pero sin barriga, sigue en plena forma. Chapó.

martes, 24 de abril de 2007

Entrevista a Ariel Rot

Salud a todos, blogotroters:

Continúan desfilando interesantes entrevistas por el Blogo Bizarro. Esta vez le toca el turno a Mr. Rot, Ariel Rot, a quien tuve la oportunidad (y el gusto) de entrevistar por primera vez el pasado 11 de abril. El resultado fue publicado dos días después en el diario LO, pero, para variar, faltó espacio para plasmar la conversación íntegra (esta vez el motivo respondía a criterios fotográficos, digamos, pues parecía que el gran tamaño de la foto de Ariel importaba más que sus palabras. "Qué más da lo que diga, lo que importa es que haya imágenes gigantescas para ocupar fácilmente la página, y que la lectura sea rapidita, lo demás es sólo morralla...", pensarán algunos). En fin... sólo me queda dar las gracias a Ariel, pues a pesar de que la entrevista fuera vía telefónica -hecho que no ayuda, a priori, a que la conversación sea más cálida y fluída-, el músico atendió con gentileza a todas las preguntas del sagaz periodista, e incluso regaló interesantes disertaciones, lo cual facilita bastante las cosas al redactor. Eso sí, espero que el próximo encuentro sea más cercano y que haya más tiempo para hablar de muchas cosas que se quedaron en el tintero...


Ariel Rot
"Todavía me sigue emociando
montarme en la furgoneta
y subir al escenario"

Por Julio Ródenas
No le rodea ningún aura de divo, pero lo cierto es que Ariel Rot ha dejado una huella importante en el rock español, ya sea a finales de los setenta con unos imberbes Tequila, en la primera mitad de los noventa con el super grupo Los Rodríguez y, desde hace diez años, en solitario. Todas estas aventuras suman nada menos que 30 años de música, tres décadas de rock and roll que el músico argentino celebra con una elegante caja, Etiqueta negra (Dro), en la que se incluye el álbum Dúos, tríos y otras perversiones, con colaboraciones de Andrés Calamaro, Enrique Bunbury y Miguel Ríos, entre otros; un recopilatorio con algunas de las mejores canciones de todas sus etapas; un disco de rarezas, maquetas y temas en vivo; y, por último, un DVD con dos documentales: Vals de los recuerdos 1977-2007 (un repaso a la carrera del guitarrista) y el making of de Dúos, tríos y otras perversiones. "Treinta años, ¿quién los pillara, no?", ironiza entre risas Ariel. El autor de Cenizas en el aire abrió el pasado 14 de abril su nueva gira en el CAES de Torre Pacheco (Murcia).



No sé si te lo planteas, pero, ¿eres consciente de que has escrito algunas de las páginas más importantes de la historia del rock en España?
Bueno... No es que uno se levante una mañana y diga: ¡Cuántas páginas importantes en el rock he escrito! Es algo que se nota en el trabajo y en el respeto de la gente, algo que se siente más de afuera hacia adentro.

Cumples treinta años de carrera musical. ¿Qué queda en Ariel Rot de aquel chaval que llegó a Madrid en el 76 cantando eso de "un día en el colegio es un muermo total"?
Afortunadamente, a pesar de que haya algunos que se han quedado en el camino, las cosas esenciales siguen estando. Sigo tan entusiasmado como cuando llegué, me sigue emocionando montarme en la furgoneta y subir al escenario.

Durante todos estos años, tu lenguaje ha sido el rock, aunque en ocasiones influido por el folclore argentino y el jazz. ¿Recuerdas cuándo comenzaron estos estilos a marcar tu música?
Sí, fue llegando a los 30 años, en mi última etapa en Argentina, cuando volvía a allá siendo un rodríguez. Conocía a artistas del tango, y con Andrés comenzamos a interesarnos por el folclore. Fuimos unos desprejuiciados y unos irreverentes al atrevernos con este género al que la gente se dedica de manera tan seria y durante tantos años. Pero creo que así se produjo una química especial, ese cocktail... Nos adentramos en ese género sin perder nuestro estilo.



Tequila, en 1978


¿Fue duro retomar tu carrera en solitario después de la disolución de Los Rodríguez?
Digamos que me encontré en una situación que no habría deseado, que era la separación de Los Rodríguez. Tuve que enfrentarme a una nueva realidad porque no había encontrado a un socio para formar un nuevo proyecto. Pero me siento relativamente nuevo, es decir, llevo sólo unos nueve o diez años en este rol, creo que no he tocado techo todavía... musicalmente, quiero decir. A nivel creativo, la geografía de mi universo musical se puede seguir ampliando.


De entre todos los discos que has publicado en tu carrera, ¿hay alguno del que digas: "Ésta sí que fue una grabación redonda"?
Tengo que confestarte que no suelo escuchar mis discos, es muy raro que me los ponga. Además, mi percepción de mis grabaciones es totalmente fluctuante, depende de las circunstancias del momento. Prefiero no entrar ni en fobias ni en autoelogios excesivos.

Fuimos unos desprejuiciados y unos irreverentes al atrevernos con el folclore, pero así se produjo una química especial... Nos adentramos en ese género sin perder nuestro estilo

Centrémonos en tu último álbum, Dúos, tríos y otras perversiones. ¿Cómo seleccionaste el repertorio? ¿Cada artista eligió el tema que quería interpretar?
Casi siempre lo elegimos a medias. Yo mandé a cada artista dos o tres alternativas y hubo de todo... Bunbury, por ejemplo, tardó cinco segundos en elegir la canción. Coque Malla tardó cinco días.

¿Y en cuánto a la selección de artistas?
Yo hice una lista de posibles artistas. Hubo algunos que no pudieron estar...


¿Sabina, por ejemplo?
Sí, por ejemplo.

Se le echa en falta en el disco...
Nosotros sí que le echamos en falta cuando teníamos la canción una noche en el estudio justo para grabarla.

Ariel como productor en 1984, durante la grabación del álbum de Pistones 'El pistolero'


Lo que llama la atención de este álbum es que no es el típico disco de duetos, sino que algunas canciones se enriquecen con nuevas e interesantes perspectivas, como la versión tanguera de 'Mucho mejor', con Javier Calamaro ¿La idea fue de él o tuya?
La idea fue de el productor José Nortes y mía. El enfoque del disco era que cuanto más se distanciasen las canciones de las versiones originales más sentía yo que habíamos cumplido con el objetivo. Además, cada artista no aporta sólo su voz, sino toda su esencia, o en ocasiones yo me encargaba de quitársela para que sonara diferente (risas). Pero, bueno... yo ya tenía muchas ganas de meter un tango.


También quedó muy redonda la adaptación de 'Dos de corazones' con Lichis (La Cabra Mecánica), quedó muy a lo Tom Waits de Rain Dogs.
Sí, totalmente... Con el Lichis fantástico...

¿Las versiones se improvisaban en el estudio o tú ya llegabas con una idea preconcebida y definida?
Cada canción fue como una película, cada una tuvo vida propia. Unos días antes de grabar cada tema, yo empezaba a investigar un poco con el piano para intentar no repetirnos. Pero después pasa lo que siempre ocurre en el estudio, que algunas cosas que sonaban bien en el papel, no suenan bien en la práctica, con lo que hay que improvisar. Esto nos ocurrió con la versión de 'Adiós, mundo cruel', con Jaime Urrutia. Al principio no nos convencía, pero, de repente, le dimos un toque a lo Ray Charles y Elvis Presley que nos gustó mucho. De hecho, es una de mis favoritas.

Llama la atención el sonido crudo de las grabaciones...
El sonido está muy cuidado, es muy noble, pero está grabado a la antigua, es decir, en Pro Tools pero con toda una serie de periféricos que se usaban antes en las grabaciones analógicas.

Y eso es lo que le da ese sonido 'vintage'...
Exacto.



Los Rodríguez, en 1995


En este disco hay versiones de temas de Los Rodríguez, de tu etapa en solitario, pero ninguno de Tequila, ¿no querías tocar esa época para este álbum?
No, no es eso. Para mí había tres o cuatro artistas que podrían haber versionado un rock and roll de Tequila: M-Clan, Los Ronaldos, Fito & Fitipaldis y Pereza. Pero ninguno quería. De hecho, M-Clan se ofendieron un poco, diciendo que ellos no sólo tocaban rock and roll. Así que decidí que Carlos Tarque cantara 'Me estás atrapando otra vez', que es una canción a la que le tenía muchas ganas desde hace años.

Puede que en 'Cenizas en el aire' haya la mayor cantidad de canciones buenas y perdurables que haya escrito nunca

Volvamos la vista hasta el año 2000, cuando publicas Cenizas en el aire. ¿Crees, como se ha dicho, que fue un disco que marcó un antes y un después en tu carrera?
Puede ser. Ten en cuenta que es el segundo disco en solitario despues de Los Rodríguez. Para el primero (Hablando solo), tenía material de hacía diez años. Cenizas en el aire es el primer disco con material actual, fue el primero álbum homogéneo, muy redondo, con un montón de canciones buenas. Puede que en ese disco haya la mayor cantidad de canciones buenas y perdurables que haya escrito nunca. Todavía hay varias canciones de ese disco que suelo tocar siempre en directo.

Por cierto, la canción homónima que compusiste para aquel álbum tiene una muy buena versión en Dúos, tríos y otras perversiones, con Andrés Calamaro.
Esa quedó brutal, fue increíble... Además, tiene un desarrollo en intensidad muy bueno.

Comentabas en la entrevista que te realizó Juan Puchades para el libro Sin vuelta atrás que en Cenizas en el aire también hubo una evolución en tu voz. Creo que trabajaste mucho este aspecto...
Digamos que mi asignatura pendiente era encontrar un lugar con mi voz, así que trabajé mucho por eso. Creo que diez años trabajando con un instrumento es poco, a partir de los diez años es cuando empiezas a tocarlo bien. Además, la voz fue una parte muy dura en el disco Dúos, tríos y otras perversiones, porque estaba junto a cantantes muy buenos. Fue como un máster para mí.


15 de marzo de 2001, Teatro Jacinto Benavente de Galapagar (Madrid), durante la grabación de 'En vivo mucho mejor'



Tres años después de Cenizas en el aire publicas Lo siento, Frank, en el que utilizabas la canción que da nombre al disco para criticar la situación de la música. Han pasado cuatro años desde entonces, ¿crees que ha cambiado algo?
Creo que nos hemos acostumbrado. De todas formas, la de la canción era una crítica bastante humorística, sarcástica. Siempre ha convivido la música hortera y comercial con el rock, y salvo en determinadas ocasiones, el rock ha ganado por afanos, como diríamos en Argentina, o por goleada, a la música de poca calidad.


Una curiosidad, ¿cuántas guitarras tienes ya? La última que te vi era una Gibson SG...
No, la última la compré hace poco en Mendoza, una Telecaster del 65...

Es con la que apareces en el videoclip de 'Me estás atrapando otra vez' con M-Clan...
Exacto, exacto, ésa es. Bueno, a ver que cuente... tengo una Stratocaster, una Rickenbacker, dos Gretch... esas son las que realmente uso, después tengo otras más raras, como la Jerry Jones y una Telecaster Custom.

En 'Dúos, tríos y otras perversiones' la voz fue una parte muy dura porque estaba junto a cantantes muy buenos... fue como un máster para mí

¿Qué artistas actuales recomendarías a los lectores?
No escucho mucha música actual, pero hay cosas que me han llamado la atención. Por supuesto, ahí está toda la onda rockera de Jet, White Stripes, The Libertines... Yo recomiendo a la gente que se compre cualquier disco del sello Stax y... ¡let's dance! (risas). Que escuchen también cualquiera de Tom Waits. También estuve escuchando hace poco la última etapa de Johnny Cash con Rick Rubin, que es brutal, qué profundidad... Antes me comentaban que para los músicos de mi edad, los referentes son casi siempre anglosajones. Decía yo que son los mejores, ¡pero es que realemente hace treinta años también eran los mejores!


¿Escuchaste el último de Tom Waits, el triple Orphans?
Sí, buenísimo... Hizo bien en no dejarse llevar por la pelotudez de los ochenta. Lo mejor es escuchar un disco de Tom Waits de los ochenta, entonces dices: ¿Cómo se podía hacer este sonido en esa época? ¿Qué es esto?


¿Te has apuntado a la moda del iPOD? ¿Qué llevas ahora mismo?
¡Hostia, pues no me acuerdo! Hace tiempo que no viajo y no lo enciendo. Pero sí, para mí es muy cómodo al viajar, así no tengo que coger una pila de discos. Voy volcando cosas poco a poco conforme tengo ratos libres.

Ariel Rot y Andrés Calamaro el 9 de diciembre de 2006, en el Pepsi Festival de Buenos Aires



Los Rolling Stones vuelven a España, ¿irás a verlos?
¿Sí? Bueno, lo intentaré, aunque siempre se me chafa con alguno de mis shows.

Otra curiosidad, ¿por qué has decidido abrir esta gira del 30 aniversario en Torre Pacheco?
Bueno... realmente esta gira no ha comenzado con ningún evento especial. Simplemente ha sido abrir la contratación y salir a la carretera.

Ahora, entre tanto lío, supongo que no tienes mucho tiempo de escribir nuevas canciones...
La verdad es que estoy con ganas de que acabe todo esto y de tener tiempo para escribir. Me cuesta mucho hacer dos cosas a la vez. Sé que las canciones van a aparecer o, si no, habrá que salir a cazarlas.


Discografía:












De izquierda a derecha y de arriba a abajo:

Etiqueta negra (Dro Atlantic / Gasa, 2007), Dúos, tríos y otras perversiones (Dro Atlantic / Gasa, 2007), Ahora piden tu cabeza (Dro Atlantic / Gasa, 2005), Acústico (Dro Atlantic / Gasa, 2003), Lo siento, Frank + Acústico (Dro Atlantic / Gasa, 2003), Lo siento, Frank (Dro Atlantic / Gasa, 2003), En vivo mucho mejor (Dro Atlantic / Gasa, 2001), Cenizas en el aire (Dro Atlantic / Gasa, 2000), Hablando solo (Dro Atlantic / Gasa, 1997), Vértigo (Serdisco, 1985), Debajo del puente (Serdisco, 1984).

jueves, 19 de abril de 2007

Crítica: La Shica en concierto

Bendita heterodoxia

La Shica
Lugar: Auditorio Municipal de Calasparra. Murcia
Fecha: Viernes, 13 de abril de 2007
Músicos: La Shica (voz, baile), Fernando de la Rúa (guitarra española), Miguel Rodrigáñez (contrabajo), Pablo Martín (percusión), Popi y Vane (coros, palmas, baile)


Todo menos ortodoxo. El sonido de La Shica escapa de clichés, de esquemas, de ideas preconcebidas, de fórmulas comerciales... El suyo no es el mismo cajón que comparten grupos como Ojos de Brujo, Chambao y un largo etcétera de bandas afiliadas al 'buenrollismo' tejido de 'flamenquito' y ramalazos de hip hop. Probablemente no haya gaveta para archivar el sonido de esta ceutí -de nombre real Elsa Rovayo- y eso, en estos tiempos, es buen síntoma. La autenticidad de su proyecto corre a su ventaja.

El pasado viernes (13 de abril) La Shica lo demostró en el Auditorio Municipal de Calasparra, donde la cantante y bailaora estuvo acompañada de un efectivo combo de músicos que sudaban sobre el escenario para lograr un sonido realmente genuino. No cabe duda: todos, desde Miguel Rodrigáñez (contrabajo) hasta Pablo Martín (percusión), pasando pro Fernando de la Rúa (guitarra) y las coristas 'Popi' y 'Vane', creen firmemente en esta aventura que ya se está saldando con éxito en Madrid y en algunos puntos del país.



Sobre las 22.00 horas sale la banda a la palestra. Los primeros acordes corren a cargo de Miguel Rodrigáñez 'Miguelón' y Fernando de la Rúa. Poco después aparece La Shica con aire solemne. Lentamente, con temple, se acerca al micrófono, decorado con flores rojas. Pelo rapado, mallas y zapatos de tacón. Algunos podrían calificarla de coplera punky. Pero, si rascamos un poco, hay mucho más que eso.

Con la mirada bien alta, La Shica ataca los primeros versos de una dulce adaptación de la hermosa copla 'Ay, pena, penita'. De la Rúa acaricia su guitarra mientras la ceutí, poderosa, arranca de sus zapatos los primeros taconeos. Es el principio de un espectáculo en el que música y baile van de la mano. Templada apertura, sin excesos. Pero el show deparará momentos emocionantes y ardorosos.


La Shica aprovecha para saludar al auditorio. "Buenas noches, Calasparra", dice. “Que sepáis que en mi casa no ha entrado arroz que no sea de aquí". Palabras que sirven para dar rienda suelta a la heterodoxia.

La banda, perfectamente compenetrada, comienza a destilar flamenco-pop en 'Pa' la calle'. Seguidamente, pasa a bases funkys en 'Viviendo con el viento', una visión optimista de la vida a pesar de las tristezas que ésta alberga en incontables ocasiones. "Tócame las palmas por la mañana", rezan los versos del estribillo, escritos por Luis Domercq, letrista del grupo. Del flamenco-funk pasan a una versión deconstruida y obsesiva de 'María de la O', donde La Shica muestra su vena más friki, como ella misma reconoce.


También hay momentos para el virtuosismo. Elsa, Popi y Vane salen del escenario y quedan Miguelón, De la Rúa y Martín para interpretar una deliciosa pieza instrumental con toques flamencos y brasileños en la que sobresalen por momentos los culebreos del contrabajo.

Vuelven las chicas a las tablas del Auditorio para anticipar el 'buen rollo' del verano con una rumba-reggae que precede a uno de los temas que más complicidad del público cosechó en la noche. Se trata de una pieza que mezcla jazz, funk, swing y rumba para contar la historia de una mujer que va buscando 'guerra' en los probadores de las tiendas. En el estribillo, todo el público corea: "Tú pa’ tras, yo pa’ lante".

El final de la canción, con ese "¡uh-ah!", guarda un pequeño guiño a uno de los máximos iconos de la 'ruta del bacalao', Chimo Bayo. Pero también hay hueco para momentos serios, protagonizados por canciones como 'Copla asesina', una copla 'hip-hopera' en la que La Shica recuerda con sabor amargo a un antiguo novio.

El grupo afrontó la recta final del concierto con una soberbia adaptación de 'La bien pagá' –mención especial al zapateado de La Shica-, el "hit" -como Elsa lo presenta- de 'Zíngara rapera', homenajes a la bicicleta de la ceutí, 'Mari Carmen', la bulería-punk 'Dame tus vivios' y, para nostalgia de muchos, una versión rumbera de 'No se ría de la Bruja Avería'.

Precisión, sutilidad y 'macarrismo' para reivindicar una bendita heterodoxia.

lunes, 16 de abril de 2007

Entrevista a La Shica

Saludos, blogotroters:

Acá dejo la entrevista que realicé a La Shica y que salió publicada hace poquito en el diario LO con motivo de su actuación en el Auditorio Municipal de Calasparra el pasado 13 de abril. Para cerrar, dejo sus dos videoclips: Zíngara rapera y la versión de La bien pagá; y una delicia: Lola Flores cantando el Cómo me la maravillaría yo. Más adelante, colgaré la crítica del concierto que ofreció en el Pueblo del Arroz (Rice Village). La Shica, recordad bien el nombre porque seguro dará mucho que hablar... Skol!


La Shica
"No me entiendo del
todo con el flamenco
porque soy muy macarra"

Por Julio Ródenas
Su centro de operaciones radica, por el momento, en Madrid, aunque ya han saldado con éxito algunas visitas al resto del país e incluso a algunas ciudades del extranjero. La Shica es la voz -y el baile- de un proyecto que completan Fernando de la Rúa (guitarra), Miguel Rodrigáñez (contrabajo), Pablo Martín (percusión), 'la Popi' y 'la Vane' (coros y palmas) y Luis Domercq (letrista), un heterodoxo combo que mezcla copla, flamenco, rap, rumba, reggae y otras mieles.

Llegáis a Calasparra después de haber actuado en Estocolmo y Berlín . ¿Cómo respondió el público nórdico ante vuestra propuesta?
Genial, la gente estuvo super entregada, gritando y bailando. En Estocolmo hubo mucha gente: 250 personas pagando una entrada de 16-20 euros, algo que no hemos conseguido ni en Madrid.

En la capital habéis hecho ya un buen puñado de conciertos y la respuestas del público está siendo bastante buena, pero ¿qué tal cuando habéis viajado a otros puntos de España?

Fuera de Madrid está yendo muy bien. En La Palma fue emocionante. Al final del concierto yo estaba con la lagrimilla, te lo juro, con el calorcito del público... Hicimos la prueba en Castilla-La Mancha, que es la España profunda, y tenías que ver a las abuelitas bailando. Ellas nos pedían los temas más punkys. "La del vicio, la del vició", decían. Las abuelitas nos pedían las canciones más cañeras.

Una de las cosas que pretende La Shica es lograr un sonido original, pero, realmente, ¿tenéis una fórmula determinada para conseguirlo?
No tenemos ninguna fórmula. El grupo tiene una formación muy rara y no todas las cosas suenan, es difícil. La movida es que lo que se consiga suene chulo.

Cuando formasteis La Shica, ¿qué tenías en la cabeza? ¿Partíais de alguna base?
Bueno, al principio estábamos Fernando de la Rúa, el guitarrista que me acompañaba en el tablao Las Carboneras, y yo. Un día le salió un bolo en Chueca y yo dije: "Pues yo voy a cantar mañana". Ese concierto lo vio Miguel (Rodrigáñez, contrabajista) y dijo que también quería unirse al proyecto, y después con Pablo (Martín, percusionista), lo mismo... Yo sabía que lo que me molaba era la copla. No soy rapera, más bien lo que hago es un reciclado flamenco. A mí la que me gusta es Lola Flores, ésa sí que era una rapera. Hombre, escucha tú ese Cómo me la maravillaría yo... Ése es el rollo que yo llevo. Lo que pasa es que después siempre vamos haciendo lo que nos apetece: que si un reggae, que si una rumba...


No soy rapera, más bien lo que hago
es un reciclado flamenco

¿Cómo se cocina una canción de La Shica? ¿Cuál es el proceso?
Primero tengo una idea. Entonces quedo con Luisito (Luis Domercq, letrista de La Shica), comemos spaguettis, como siempre, y empiezo a contarle como si él fuera mi terapeuta. Más tarde, Luisito escribe la letra. Después llego al ensayo con los músicos y Fernando, que es una mina, empieza a sacar cosas, y yo también comienzo a sacar alguna melodía.

Hablando de las canciones de tu maqueta, una de las que más llama la atención es la curiosa adaptación de La bien pagá. ¿Cómo se os ocurrió incluir ese final rapeado?
La verdad es que no me acuerdo bien. Al principio terminábamos la canción con una coletilla, repitiendo " si yo soy la bien pagá, si yo soy la bien pagá..." Pero después surgió terminarla con lo del rapeo, entonces, Luisito, que es un fiera, escribió la letra de la última parte de la canción.

Volvamos un poco la vista al pasado. Llegaste a Madrid desde tu Ceuta natal cuando tenías sólo 15 añitos. ¿Cómo recuerdas esa época?
Yo era muy chica, me vine sola, dormía en una pensión y echaba mucho de menos a mi madre y a toda mi familia. Al principio no tenía amigas y lloraba todas las noches. Pero a los seis meses ya estaba integrada. Fui haciendo amigas en el instituto y en la escuela de danza. Y como yo soy muy cabezona dije: "Yo no me voy de aquí ni loca".

¿Qué era lo que te atrajo de Madrid y te retenía allí?
Yo quería bailar, y en mi tierra no hay nada. En Sevilla hay algo, pero aquí, en Madrid, hay mucho más movimiento.


De pequeña quería ser como Marisol,
que era lo más flamenco que tenía a mano

¿Y lo del flamenco lo traías ya de casa? ¿Cómo fue tu primer contacto con el género?

De chica me gustaba Marisol, que era lo más flamenco que tenía a mano. Yo quería ser como ella. Después empecé a estudiar danza española, pero me fui dando cuenta de que me gustaba otra cosa, así que me fui a Amor de Dios.

En una entrevista leí que afirmabas lo siguiente: "Algo de flamenca tengo, pero no soy muy flamenca, nunca he encajado del todo en ese mundo, soy más de barrio". ¿Por qué no te sientes dentro del mundo flamenco?
Es que es un mundo muy machista, yo lo respeto, pero no me he educado así. Es un mundo donde es muy difícil que hombres y mujeres se relacionen como amigos. Además, soy muy macarra y no me entiendo del todo con el flamenco. En el flamenco no puedes hacer ciertas cosas que hago ahora, como ir con el pelo rapado o hacer cosas muy freakies en el escenario. Creo que seguir en el flamenco era dar un paso atrás.

Aun así, sigues bailando en los conciertos, donde, según dice la mayoría de la gente, muestras una personalidad y una presencia arrolladoras. ¿Esto es sólo parte del espectáculo o Elsa tiene algo de eso en la realidad?
Cuando me subo a un escenario, soy lo que soy. No me puedo engañar, se te ve el plumero. Fuera de los escenarios soy igual.

Y la pregunta obligada y cuya respuesta están deseando escuchar muchos. ¿Para cuándo el disco?
Finalmente fichamos por Dro y, si todo va según lo previsto, saldrá el próximo otoño.

¿Qué rumbo tomará la grabación?
Ahora tenemos que empezar a currar con eso, porque no es lo mismo el disco que los directos. Hasta ahora no nos habíamos planteado mucho lo de grabar el disco, vivimos al día. En lo único que pensamos es en el concierto del próximo viernes. Lo demás... yo qué sé. Dios dirá.







jueves, 5 de abril de 2007

Aglomeración disquera (2)

Saludos en pleno periodo vacacional:

Aprovechamos bien los días de asueto grabando buena música fílmica rodeados de un clima excelente (el que se palpa en el estudio de grabación). Tres canciones para un cortometraje de factura murcianoide. Cuatro músicos y un 50% de éstos realmente bueno. Los arreglos, sugerencias y consejos de Mr 'Big' Orenes (contrabajo) y Don Gonzalo (cello) tuvieron un valor incalcublable en estas grabaciones. Y tampoco me olvido del toque esencial de Madame Mariola, que transforma sus golpes de escobillas en susurros. Mi más sincera enhorabuena por vuestro trabajo, camaradas. Eternamente agradecido.

Ya iré informando del resultado final a partir de la semana que viene, cuando esté terminada la mezcla.

De momento, seguimos con la segunda parte de la aglomeración disquera que llena mis días y mis noches. Al margen de las últimas 'vampi-compras' (Sensacional soul, VV AA; Do that thing, Willie Bobo; Movers, VV AA), he continuado descargando sonidos interesantes. Eso sí, hace poco entré en una etapa de moderación para poder asimilar bien todo este cosmos sonoro de discos que gira en órbita dentro de mi cabeza.
Continuemos...

-Alabama 3, La peste (2000). Curiosa mezcla de country, blues, pop y música electrónica (acid house). La peste es el segundo álbum de estos ingleses, conocidos como A3 en EE UU para evitar problemas legales con el grupo de country Alabama. El último corte de este álbum, 'Woke up this morning', fue utilizado como sintonía principal de la serie Los Soprano.


-Gualberto, Vericuetos (1976). El guitarrista Gualberto es al rock andaluz como James Brown al funk (por poner un ejemplo gráfico). El que fuera líder de Smash facturó en 1976 este Vericuetos, 30 minutos que sirven al músico para experimentar con el sinfonismo, el rock progresivo y ciertos guiños arabescos, echando mano de sitares, guitarras eléctricas y acústicas, violín, teclados... Épico.



-James Brown, Dynamite X (2007). Dynamite X no es un álbum de James Brown propiamente dicho, sino una parca lista de remezclas hechas por reconocidos disc jockeys internacionales. Disco con altibajos. Rescatables las remezclas de 'Give it up or turn it loose' (Fantasista Re-formation), 'Funky drummer' (Muro Mix) y 'Sunny' (Funk Master JB vs Funk Master JS). Poco más.



-Josele Santiago, Garabatos (2006). Ya tenía ganas de echarle oídos a Josele Santiago. Guiado por las recomendaciones de don Basiliopc, fiché este Garabatos, donde el ex de Los Enemigos hace gala de su lírica ácida. Rock, blues, swing y soul-pop para sustentar canciones que logran despegar, en ocasiones, gracias al plantel de músicos reunidos para la ocasión: Pablo Novoa (guitarra) y Ricardo Moreno (batería), entre otros. Para degustar con calma.



To be continued...