martes, 16 de enero de 2007

El Chimojo se despide con los sonidos de Martirio, Melingo y Carla Bruni

La experiencia fue breve pero intensa.

No voy a ponerme a hacer el típico balance, pues no me parece una práctica muy simpática y, además, la andadura de El Chimojo ha sido demasiado fugaz para realizar un análisis.

Ahora bien, puedo decir que hubo momentos realmente mágicos en el programa de Radio Distorsión (RD), emisora digital a la que desde aquí doy mis más sinceros agradecimientos por haberme prestado tiempo y espacio para mis inquietudes. En especial, gracias a Txua de RD y a todos aquellos que prestaron en algún momento oídos a El Chimojo, experiencia radiofónica a la que espero dar continuidad en un futuro (no sé si lejano o cercano) del modo que pueda.

Por motivos que no vienen al caso, no he podido disponer de tiempo suficiente para preparar un programa especial. Lo único que puedo ofrecer es una selección de sonidos deliciosos, algo que siempre ha estado presente en la filosofía de El Chimojo.



De este modo, el programa de esta noche (de 21.00 a 22.00 horas) no pretende ser una entrega extraordinaria ni nada por el estilo, sino sencillamente un programa más, un Chimojo más, algo, creo, que ya de por sí merece la pena.

Hoy pasará por la palestra lo último de Carla Bruni ('No promises', un disco en el que ha musicado poemas de diversos autores del siglo XX). También repasaremos algunas canciones de 'Primavera en Nueva York', el último trabajo de Martirio. Y para terminar echaremos un par de oídos a 'Santa Milonga', álbum que recopila lo mejor de los álbumes de Daniel Melingo 'Tangos bajos' y 'Ufa'.

¡Salud!

(Incluyo fotografías de Martirio, Melingo y Carla Bruni)

sábado, 13 de enero de 2007

Crítica: 'Primavera en Nueva York', Martirio

Martirio
Primavera en Nueva York
Sony-BMG / Calle 54 Records (2006)
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Lo comenta el productor Nat Chediak en el libreto de Primavera en Nueva York, el último disco de Martirio*: a diferencia de los norteamericanos, que suelen cuidar y explorar su cancionero hasta cotas envidiables, los latinos hemos permanecido muchas veces indiferentes ante la grandeza de nuestro patrimonio musical.


Así que para enmendar el desliz, el ‘equipo’ de este álbum (Chediak, Fernando Trueba y, cómo no, la propia Martirio) se propuso grabar un disco de boleros distinto, rastreando en el repertorio menos conocido pero igual o más explosivo que los clásicos de siempre: el perteneciente a la segunda y tercera generación del bolero, enmarcadas en los años cuarenta y cincuenta, década esta última en la que el estilo se dejó influir por la balada estadounidense. De esta forma, nació el ‘filin’ (del inglés ‘feeling’, es decir, ‘sentimiento’). Aquí reside la primera grandeza de este Primavera en Nueva York.

La segunda cima del álbum es, sin duda, el magnífico elenco de músicos que se reunió en los neoyorquinos Avator Studios y que en menos de cinco días acompañó con ricas texturas la inolvidable interpretación de Martirio que, a pesar de estar lejos de su casa, de sus músicos habituales y, en definitiva, de su entorno, supo atacar cada canción con templanza y sentimiento.

Pensado como una suite o álbum conceptual, Primavera en Nueva York narra, a través de doce boleros intoxicados de jazz, bossa y otras mieles, las distintas estaciones de una relación amorosa: el descubrimiento de un mundo nuevo, el desengaño, la reconciliación.

Sin embargo, no es tanto lo de la suite lo que hace que Primavera en Nueva York sea un disco sin fisuras ni irregularidades, sino más bien la perfecta cohesión entre los músicos y Martirio, quien se mueve como un pez en el mar de sonidos de Kenny Drew Jr. (piano), George Mraz (contrabajo) y Dafnis Prieto (batería), tres genialidades que forman la base armónica y rítmica del álbum. A este trío se les unen los siempre acertados aportes de Claudio Roditi (fliscornio), Edgardo Miranda (guitarra) y de dos pesos pesados del jazz: Paquito D'Rivera (clarinete) y Houston Person** (saxofón tenor).


En definitiva, Primavera en Nueva York es pura delicia: desde los cálidos acordes del piano de Kenny Drew Jr. en ‘Ese sentimiento que se llama amor’ (de José Antonio Méndez) hasta el broche final del álbum, la delicada ‘Me faltabas tú’ (también de Méndez), pasando por el bolero-bossa de ‘No puedo callar’ (Mercedes Fernández) -ojo al solo de fliscornio de Roditi-, los culebreos del clarinete de Paquito D’Rivera en ‘Qué me importa’ (Mario Fernández Porta) o el swing de Mraz y Prieto en la fabulosa ‘Mi ayer’ (Ñico Rojas), donde D’Rivera y Kenny Drew Jr. vuelven a hacer diabluras con sus instrumentos.

En una palabra: hermoso.


* Martirio actuará el próximo sábado 20 de enero en el Auditorio Casa de Cultura de Bullas (Murcia), a las 22.00 horas. Precio: 12-15 euros.

** Houston Person también visitará la Región de Murcia. Actuará el próximo sábado 20 de enero en la Carpa Parque Almansa de San Javie, dentro del ciclo Músicas del Alma. Será a las 22.00 horas. Precio: 6 euros.

miércoles, 10 de enero de 2007

Tracklist de El Chimojo del martes 9 de enero de 2007

Saludos a la muchachada blogotroter:

Acá dejo el tracklist de El Chimojo de ayer, día 9 de enero de 2007, dedicado al gran padrino del funk, James Brown.

(Artista/Grupo - 'Canción' - 'Álbum' - Año)

1. James Brown - 'Introduction to James Brown' ('Live at the Apollo', 1963)
2. James Brown - 'Try me' ('Live at the Apollo', 1963)
3. James Brown - 'Please, please, please' ('Please, please, please', 1959)
4. James Brown - 'Papa's got a brand new bag' ('Papa's got a brand new bag', 1965)
5. James Brown - 'I got you (I feel good)' ('I got you (I feel good)', 1965)
6. James Brown - 'It's a man's man's man's world' ('It's a man's man's man's world', 1966)
7. James Brown - 'Get up (I feel like being a) sex machine' (Get up (I feel like being a) sex machine', 1969)
8. James Brown - 'Hot pants' ('Hot pants', 1971)
9. James Brown - 'Say it loud (I'm black and I'm proud)' ('Say it loud: I'm a black and I'm proud', 1969)
10. James Brown - 'King Heroin' ('There it is', 1972)
11. Tom Newton - 'Sex kiss machine. James Brown vs Prince' ('The DMC mix of remixes vol. 2)*
12. Fatboy Slim - 'I got you (I feel good)'*
13. Fatboy Slim - 'Payback' ('The Fatboy Slim / Norman Cook collection', 2000)*
14. Konishi Yasuharu - 'Get up (I feel like being a) sex machine' ('James Brown ultimate remixes', 2002)*

(Incluyo portada del mítico álbum 'I got you (I feel good)', de 1965)

* Remezclas de temas de James Brown.

lunes, 8 de enero de 2007

Especial James Brown en El Chimojo

El Chimojo regresa mañana a Radio Distorsión después de las vacaciones navideñas. El programa, dirigido y presentado por un servidor, vuelve en su horario habitual: los martes de 21.00 a 22.00 horas.

Entre comidas copiosas, cenas colmadas, presentes y salidas nocturnas a bajas temperaturas, nos sorprendió la triste noticia de la muerte de
James Brown, el padrino del funk, un pilar básico de la música negra y una figura cuya influencia ha traspasado los muros de su género para salpicar y, en ocasiones, inundar el mundo del pop y el rock (gente como Prince le debe bastante).

Es cierto que JB dejó de cosechar grandes éxitos hace más de una década, sin embargo, mantuvo alto hasta el final el nivel de los conciertos, siempre explosivos y frenéticos, rebosantes de buen groove crujiente.

Por su idiosincrasia y filosofía, El Chimojo no puede (y no debe) pasar por alto la pérdida de un mito de tal calibre. De este modo, mañana, 9 de enero, el programa estará íntegramente dedicado a JB. En una hora aproximada repasaremos las cimas creativas del Presidente del funk, y además pincharemos alguna que otra curiosidad.

Da igual la raza a la que pertenezcamos, ¡qué carajo!, merece la pena gritarlo bien fuerte: "¡I'm black and I'm proud!"*

* Frase extraída del título del tema de James Brown 'Say it loud (I'm black and I'm proud)', incluida en el álbum homónimo de 1969.

(Incluyo fotografía de James Brown en el concierto que ofreció en el Chastain Park Amphitheatre de Atlanta el 31 de agosto de 2003)

domingo, 7 de enero de 2007

Un recuerdo para James Brown


Desde acá mando un recuerdo sentido a la memoria de James Brown (Macon, Georgia, 3 de mayo de 1933 - Atlanta, Georgia, 25 de diciembre de 2006) y, a su vez, pido disculpas por no haberme hecho eco antes en este blogo de la pérdida del Presidente del funk.

Ha muerto un mito.

Perdimos al padrino del groove, del ritmo explosivo... perdimos al impulsor del hijo bastardo del soul.

Prometo un texto (aunque sea breve) en próximos días sobre este pilar de la música negra.

JB, ¡nos dejaste huérfanos de tus sonidos abrasivos!

(Incluyo fotografía de James Brown hacia mediados de los 60, en los albores de su carrera artística)

lunes, 1 de enero de 2007

Estrenando nuevo año

Saludos a la muchachada blogotroter y feliz 2007:

Estrenamos el nuevo año con una sección de críticas discográficas. El primer álbum en pasar por el aro ha sido El palacio de las flores, el último trabajo de Andrés Calamaro hasta la fecha.

Algunas cosas que comentar al respecto:

1. La periodicidad de las críticas está sujeta a una arbitrariedad realmente incalculable.

2. La tarea crítica que acá intento realizar es atemporal, me explico: los discos analizados podrán haber sido publicados en cualquier época, es decir, esto no es estrictamente una criba de las últimas novedades del mercado, sino más bien un escaparate histórico y actual a la vez, con mucha letra pero sin pretensión de erudición, para que la muchachada blogotroter descubra nuevas y viejas grabaciones que merecen la pena.

3. Los asteriscos que aparecen debajo de la información del disco criticado pretenden emular (rudimentariamente) unas estrellas (el diseño web no es lo mío, desde luego). 10 estrellas exáctamente que sirven para puntuar el álbum. Así, cada estrella roja representa un punto. Ya lo sé, y quizás algunos me lo echaréis en cara: yo nunca he sido muy de puntuaciones y listas, pero esta vez he creído conveniente añadir un sistema de puntuación (siempre sometido a ciertas dosis de relatividad) para orientar de forma más directa al lector.

4. Más cosas sobre los asteriscos-estrellas: se supone que todos los discos que analice en este Blogo Bizarro son mínimamente interesantes para el crítico por el mero hecho de aparecer acá, independientemente de la puntuación que obtengan. Por poner un ejemplo: considero que El palacio de las flores, a pesar de haber sido puntuado con un 6, tiene más valor que los últimos discos de David Bisbal o David Bustamante, álbumes estos últimos que no me seducen en absoluto.

5. Para cualquier tipo de comentario (desaveniencia, conformidad, aportación...), ya sabéis, hay una bonita opción al final del post para plasmar impresiones.

Salud (dinero & amor).

(Incluyo fotografía de un servidor saludando al recién nacido 2007)

Crítica: 'El palacio de las flores', Andrés Calamaro

Andrés Calamaro
El palacio de las flores
DRO (2006)
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Ha pasado algo más de un mes desde que saliera a la venta El palacio de las flores, último disco de Andrés Calamaro. Más de un mes de repetidas escuchas; tiempo suficiente para hacerse una idea global de esta grabación timoneada casi al completo por Litto Nebbia, leyenda viva del rock argentino y propietario del sello Melopea Discos y del bonaerense Estudio del Nuevo Mundo. Allá se grabó El palacio de las flores.

El dato no es anecdótico en absoluto. Todo lo contrario, pues el productor y arreglista del disco supone una pieza importante en el resultado final de las canciones –en este caso también ha sido responsable de la composición de algunas-, y lo cierto es que los temas que forman este álbum podrían haber lucido un mejor vestido.

Como es costumbre en sus producciones, Litto Nebbia ha dejado su huella de forma bastante nítida en los temas, algunos compuestos por Calamaro, otros por Nebbia y el resto en una mano a mano -exceptuando el bolero de Armando Manzanero 'Contigo aprendí'-. De este modo, encontramos arreglos a veces gratuitos, como la cascada de notas de sintetizador y piano al empezar 'El tilín del corazón' (Calamaro) o la amalgama casi caótica de sintes en 'Ser feliz', canción un tanto anodina que cierra un álbum ya de por sí irregular.

Temas como el citado 'El tilín del corazón' y 'Corte de huracán' -éste con toques de funk-, parecen pedir a gritos una pizca más de contundencia y definición. Es como si todo sonara demasiado etéreo.

Algo similar ocurre con 'Punto argentino', una de las canciones más 'folclóricas' del disco. Da la impresión de que un tema así habría salido mejor parado bajo la producción de Javier Limón*, quien le habría dado un colchón sonoro más cálido y orgánico. Y lo mismo sucede en ‘Contigo aprendí’, bien interpretada por la voz de Calamaro aunque con una sección instrumental algo melifluoa.

Pero tampoco se trata de cargar todas las tintas contra Nebbia. Hay que decir que el repertorio general no es de los mejores en comparación con el de otros álbumes similares firmados por Andrés. A lo largo de las 17 canciones de El palacio de las flores se suceden algunas irregularidades, momentos flojos protagonizados por canciones como ‘Lo que nunca se olvida’ (Nebbia), ‘Miami’ (Calamaro / Nebbia) o ‘El compositor no se detiene’ (Nebbia), temas que pasan sin pena ni gloria.

A pesar de todo, también hay aciertos en este álbum. Digamos que puede encontrarse un pequeño bloque de canciones que logran salvar al disco, empezando por el primer single, ‘Corazón en venta’ (Calamaro), el típico hit ‘calamariano’ que además cuenta con una melancólica letra sobre la soledad.

‘Mi bandera’ (Calamaro) es otro de los momentos álgidos del álbum; una canción que, según Andrés, “hace referencia al gran maestro Atahualpa Yupanqui”. El tema puede escucharse como una declaración de principios, como ocurre también con ‘El tilín del corazón’ (Calamaro), otro tema muy calamariano en el que, ¡esta vez sí!, los arreglos de cellos de Nebbia aportan enteros a la canción.

También son acertados los arreglos de cuerda de Litto en ‘Tengo una orquídea’ (Calamaro / Nebbia), una bonita canción sentimental que gana profundidad con las armonías del productor.

‘Patas de rana’ (Calamaro) también suena realmente bien, a pesar de las mutaciones sufridas con respecto a la versión original grabada por Calamaro en la etapa salvaje ‘post-salmón’ (desde 2000 a 2003). El solo de saxo soprano de Pedro Menéndez le da al tema una intensidad especial.

Y, por último, una verdadera joyita, la canción que da título al disco, una pieza compuesta por Calamaro con toques folclóricos en la parte musical y con una letra que funciona como radiografía de algunos episodios infantiles de Andrés, de los problemas sociales y político-económicos de la Argentina de los setenta.

En definitiva, El palacio de las flores no entra en lo mejor de la discografía de Andrés Calamaro. Después de los experimentos con el tango y la canción folclórica argentina reflejada en El cantante (2004) y Tinta roja (2006), parece que ahora vuelve el Calamaro de las canciones rock, de las canciones heróicas y poéticas, ese Calamaro que sangró y sacó sus tripas en Alta suciedad (1997), Honestidad brutal (1999) y El salmón (2000). Pero, ciertamente, El palacio de las flores queda muy por debajo de los trabajos citados.

En cualquier caso, es interesante escuchar con atención este álbum, auque sólo sea por descubrir el nuevo estadio creativo de uno de los artesanos de canciones más inquietos e importantes del rock en castellano.

* Javier Limón produjo los discos de Andrés Calamaro El cantante (2004) y Tinta roja (2006). También ha producido Lágrimas negras (2003) de Bebo Valdés y Diego 'El Cigala', Cositas buenas (2004) de Paco de Lucía, y Mi niña Lola (2006) de Concha Buika, entre otros trabajos.