domingo, 18 de marzo de 2007

Aglomeración disquera

Salud, blogotroters:

Mis últimos paseos por el recomendable blogo de
Darío Vico me han llevado a reconocer de una vez por todas que soy un auténtico yonky de los discos. Se trata de una dulce droga que mi cuerpo reclama retorciéndose en mil gritos a través de mis venas, que en este caso son mis oídos y my soul, brotha. 'Cedeses', acetatos -este vicio se lo debo al bueno del Chamo Candelas-, descargas... Precisamente en estas últimas pienso centrarme para este post(e).

Sí, mi querida muchachada, rascar en los muros de Internet y extraer sonidos es una práctica que recomiendo a cualquier melómano como método complementario a la compra de discos. Al menos para mí, bajar música de la red de redes no es una práctica alternativa a la adquisición de cedeses en las tiendas, sino una tarea compatible. Es una buena forma de conocer un buen puñado de nuevos nombres y, si te gustan los grupos o solistas, pues a la tienda y... ya sabéis el resto.

En fin, a lo que iba (voy). Como suele ocurrirme cada vez que arreo con la aguijada a la mula electrónica, acabo con la carpeta de Incoming saturada de nuevos sonidos y, claro, la ingesta se hace, cuanto menos, bastante entretenida. Así que lo que voy a hacer es escribir unas poquitas líneas de mis últimas descargas a modo de epítome que me facilite la racionalización de toda esta nueva música. Allá vamos.

-Aretha Franklin, Hey now hey (1973). Bajo las incuestionables recomendaciones de Luis 'Doctor Soul' Lapuente descargué este interesante álbum de una de las grandes divas del soul. Trabajo poco valorado por la crítica en su día pero con mucho donde rascar: soul, gospel/blues, jazz-funk y episodios psicodélicos en una grabación timoneada por un irreprochable Quincy Jones.




-Bigott, That sentimental sandwich (2006). Esta vez la recomendación fue del Chamo Candelas. Bigott, un aragonés con un concepto musical extraño pero atrayente. No deja indiferente. Una bocanada de aire fresco para el circuito indie español, terreno sobre el que nunca me olvido de andar con pies de plomo. Por cierto, qué buen guiño freak al 'Take five' del pianista de jazz Dave Brubeck con ese sampler en el segundo corte del álbum. Para escuchar con oídos relajados y atentos.



-Cathy Claret, Susurrando (2003). Escuchar a Cathy Claret es como dar dulces bocados a un mundo sin prisas. Medio francesa, medio española y medio gitana, la Cathy logró con este Susurrando uno de los álbumes clave de su carrera. Puede que escuchar esta grabación sea una de las mejores formas de acercarse a esta artista que reparte delicado pop y rumba a partes iguales. El tema estrella es, sin duda, ese 'Bolloré' que compuso para Raimundo Amador. Más tarde, éste la regrabó junto a B. B. King, quien la incluyó en su disco His definitive hists.



-Chabuca Granda, La flor de la canela (1998). Recopilatorio de las canciones más emblemáticas de esta grande de la canción peruana, reconocida mundialmente sobre todo por el tema que da nombre a este disco, 'La flor de la canela', un vals peruano que compuso a principios de 1950 y que se convirtió en una de las canciones más representativas de Perú. Cantautora profunda. Un sano descubrimiento. "El tiempo muere gritando..."

-Elkin & Nelson, Ángeles y demonios (1974). Menos enérgico que su debut pero más experimental, este Ángeles y demonios supone una buena muestra de lo que ofrecían estos hermanos colombianos que llegaron a España a principios de los setenta: rock, sonidos latinos y funk, todo ello envuelto en una estética glam. Juan Pardo les echó pronto el ojo, viendo en el duo una posible alternativa para competir con los Barrabás de su ex compañero en Los Brincos Fernando Arbex. Para calentar el ambiente de un buen guateque.



-Ennio Morricone, The very best of (2000). Uno de los tantos y tantos recopilatorios de este monstruo de los soundtracks. Qué más se puede decir...

-VV AA, We all love Ennio Morricone (2007). Curioso álbum por eso de escuchar a artistas de pop, rock, jazz y metal interpretando temas del Morricone. Metallica, Bruce Springsteen, Roger Waters, Céline Dion... Me picaba la curiosidad de escuchar la versión de Quincy Jones y Herbie Hancock de 'El bueno, el feo y el malo', pero la impresión fue un poco decepcionante... Mejor la pieza 'Conmigo', con Daniela Mercury a la voz y Eumir Deodato a los teclados. En fin, un disco prescindible.
-Esquivel, Cabaret mañana (1995). Gratificante compilación de los deliciosos sonidos del compositor y arreglista mexicano Juan García Esquivel, considerado el padre del space age pop: una suerte de easy listening que mezcla lounge, experimentación y exotismo para dar a luz una música fascinante que puede combinarse con vermú, terrazita y suave brisa marina. Excelente. (De nuevo recomendado por el gran Chamo Candelas).
-Gilles Peterson, Gilles Peterson in Africa (2005) y The kings of jazz (2006). Peterson es una especie de gurú en esto de la música negra. Algunos incluso lo apodan el Berry Gordy británico. Desde bien jovencito comenzó a ejercer de disc jockey en garitos de Londres, impregnando sus sesiones de acid jazz y otras mieles. En fin, resulta bastante difícil encontrar una recopilación hecha por este menda que no rezume buen gusto y estilo. Los dos cedeses que comento no rompen la regla. El primero reúne temas brutales de afrobeat y afrofunk (Peter King, Manu Dibango, Fela Kuti, Abdullah Ibrahim, Antibalas Afrobeat Orchestra...) El segundo, realizado en colaboración con Jazzanova, lo tengo todavía poco escuchado, pero promete una buena descarga de jazz con clase.
-La Chicana, Lejos (2006). Cuarto y último disco (hasta el momento) de este grupo de tango de espíritu transgresor, de esencia rockera. Siempre es interesante escuchar a músicos argentinos actuales que intentan formar su propio discurso a partir de una música tan arraigada y respetable en su país como es el tango.

Hasta aquí llegamos por hoy.

Continuará...

sábado, 10 de marzo de 2007

Entrevista a Luis García Montero

Salud again:

Dos posts en un mismo día, práctica poco frecuente en mí -no sé si decir insólita-. Una veces tanto y otras tan poco. Pero, en fin, hay que ir sacando cositas del cajón. Y como últimamente no me prodigo mucho en lo que a posts se refiere, creo conveniente administrar a la muchachada blogotroter una dosis doble. Así que aquí dejo la entrevista que realicé recientemente al poeta granadino Luis García Montero para el diario LO. Como suele ocurrir, en el citado periódico me faltó espacio para publicar la conversación entera. Además, no pude editarla en formato pregunta-respuesta por cuestiones de estilo. Como creo que el susodicho formato es el más ágil y cómodo para el lector, he decidido plasmar la entrevista en este Blogo Bizarro, espacio intangible que, en definitiva, me permite escribir sobre lo que me dé la real gana y cómo yo más convenientemente estime. Ahí estamos.


Luis García Montero
El músico del pensamiento

Por Julio Ródenas
Poesía y reflexión. Veinticinco años practicando ambas. Aunque en el caso de Luis García Montero (Granada, 1958) las dos cosas se funden en un mismo camino y en una misma meta. El poeta granadino visitó la Fnac de Murcia el pasado 1 de marzo para presentar su último libro, 'Poesía (1979-2005)', antología publicada por Tusquets en la que se recoge un cuarto de siglo de versos que han servido a su autor a crecer como persona y a tomar conciencia del mundo que le rodea. Comprometido política y socialmente, García Montero asegura que cada vez busca menos las rupturas lingüísticas para intentar "conseguir la música del pensamiento".

Cuarenta y ocho años vividos, veinticinco escribiendo poesía, varios premios cosechados... Parece que no te ha ido nada mal como poeta...
No, la verdad es que no. Cuando se cumplieron 25 años de mi primer libro, la editorial Tusquets me propuso publicar esta antología poética. Esta recopilación de poemas ha sido un ejercicio de memoria y de crítica. Cuando uno se lee a sí mismo es difícil hacerlo con distancia, con tranquilidad. Hay que ser muy tonto para perder la conciencia crítica. Cuando uno lee su literatura, lo primero que ve son dos sentimientos que consuelan: uno, cuando comprueba que la dedicación a la poesía merece la pena, que es el ejercicio más digno de la cultura y de las posibilidades humanas; y dos, que la poesía es útil, ya que al mismo tiempo que uno escribe sus libros, se va construyendo como persona. La poesía es una manera de reivindicar mi conciencia individual y de encontrarme cómodo con mi comportamiento público. En estos tiempos, la gente se siente muy original al repetir o imitar ideas que están flotando en al ambiente. La poesía te enseña a levantar la mano no sólo para pedir la palabra, sino también para pedir tiempo. En ese sentido, la poesía intenta avivar la mirada crítica y reforzar la conciencia ética, porque vivimos un tiempo en que a veces se apuesta por los dogmas.

Y en estos tiempo frenéticos que vivimos, en esta sociedad moderna que apenas da margen para saborear las cosas en su totalidad, ¿no le resulta difícil el ejercicio reflexivo?
Bueno, hay que vivir con atención, cosa que se nos olvida con la prisa. Esta prisa, además, no creo que sea una consecuencia superficial de la época, sino que tiene un calado profundo en la idea del tiempo que tenemos. La gente se acomoda a una idea lineal del tiempo, hay personas que creen que sólo hay una manera de progresar. En vez de discutir del futuro, la gente se cree poseedora de una única idea de futuro, quieren definir la modernidad por el ritmo que imponen los negocios. Te dicen lo que es moderno y lo que es antiguo. La poesía huye de los titulares monolíticos, del sí o el no, y se fija más en el matiz.

"En estos tiempos la gente se siente muy
original al repetir o imitar ideas
que están flotando en el ambiente"

Volviendo a tu poesía, ¿han sido estos 25 años capaces de cambiar algo en tu forma de escribir? Creo que mi poesía empezó buscando su mundo propio, un mundo heredero de las vanguardias y de los poetas de la Generación del 27. Poco a poco mi poesía ha evolucionado a una poesía entendida como ejercicio de conciencia. Más que las rupturas lingüísticas, me gusta conseguir la música del pensamiento.

"Vive junto con el pueblo,/no lo mires desde afuera,/que lo primero es ser hombre, y lo segundo, poeta". Son versos de la canción 'El poeta', de Atahualpa Yupanqui. ¿Tu costumbre de hacer poesía a partir de situaciones cotiianas te srive para eatar más cerca de lo sencillamente humano?
La poesía es un territorio paradójico. Para apostar por las ilusiones colectivas, uno apuesta por su soledad. La poesía es un género que muestra una conciencia vigilante. Cuando los poetas se quejan de que la gente no lee poesía, no toman en consideración la responsabilidad que ésta tiene. Uno de los peligros que puede conllevar la poesía es que ésta se ha convertido en una jerga para iniciados, es decir, los poetas escriben para poetas, no para la gente, lo que hace que la poesía acabe en arqueología. Por eso es muy importante abrir ventanas, que entre aire fresco. Por mirar mucho a las estrellas, no se puede dejar de mirar lo que pasa en la tierra. Lo difícil está en no confundir la calidad con la dificultad.

¿Cómo recuerdas los años en que te vinculaste al grupo poético La Otra Sentimentalidad?
Eran años de aprendizaje de lo que me siento heredero, de lecturas. Leí las reflexiones de Antonio Machado sobre la poesía, y decía que las novedades de ésta no tenían que ver con la forma. Las novedades formales de la poesía se quedan rápidamente anticuadas, pasa lo mismo que con los últimos modelos de ordenadores. Sin embargo, el poeta es aquel capaz de crear una nueva visión del ser humano. Sólo cuando hay una nueva educación sentimental puede haber una nueva poesía. Se ha demostrado que la política da cada vez más importancia a cosas que tienen que ver con la identidad de la persona. En eso los poetas hemos sido unos adelantados, tenemos que sentirnos orgullosos.

¿En qué sentido te ayuda dotar a algunos de tus poemas de una estructura casi teatral o novelística?
Creo que hay que pensar muy bien lo que se dice para ser dueños de nuestras opiniones. El poeta que convierte su poesía en un desahogo personal se parece a aquel que dice lo primero que se le ocurre. En este sentido, el poeta tiene que distanciarse de sí mismo y conocer la objetividad. El conocimiento poético se consigue mediante la ficción.

Algunos de sus poemas se caracterizan por su responsabilidad social. ¿Qué es lo que más preocupa a Luis García Montero cuando abre el periódico una mañana cualquiera?

Lo que más afecta es el descrédito de la política. Se ha relacionado la corrupción con la tarea política, cuando ésta es una de las labores más nobles para conseguir la convivencia. Me preocupa el descrédito de los espacios públicos. Vivimos en una época de grandes transformaciones. La globlalización en que vivimos es una realidad, lo que tenemos que hacer es dar respuestas. En vez de crear tantas reglas de comercio libre y cosas así, habría que crear reglas de Estado de desarrollo moral y desarrollo de nuestros derechos.
"El poeta que convierte su poesía
en un desahogo personal se parece
a aquel que dice lo primero que se le ocurre"

"Cada tiempo de dudas necesita un paisaje", dice uno de tus versos. ¿Dudaste en algún momento de tu futuro y tu presente poético?
Claro que he dudado. Hay que ser muy torpe para abandonar la conciencia crítica. Cuando acabo un poema, no sé si voy a escribir el siguiente. La duda es fundamental para avanzar, sobre todo en poesía.

¿Qué influencia ha tenido Granada en tu poesía?
Mucha. Decía Machado que uno es de donde ha hecho el Bachillerato, y yo lo hice en Granada. Esta ciudad es el paisaje de mis sentimientos. Con Granada me pasa lo mismo que le ocurría Baudelaire con París. Intento recordarla como era cuando yo era pequeño. Ahora, aquella panadería es una ferretería, y el retaurante donde iba con mis padres a comer se ha convertido en un Zara.

Tu esposa, Almudena Grandes, y tú, ¿os influíis mutuamente? ¿Cómo se vive ese entorno literario?

Está claro que ayuda mucho convivir con alguien que entiende lo que haces. Mi primera lectora siempre es Almudena. Me gusta que lea lo que escribo y a ella le gusta que yo lea lo que escribe. Discutimos, nos damos consejos... Y también nos comprendemos, porque cuando uno está escribiendo te salen manías. La admiro mucho y no hay celos de ningún tipo puesto que la poesía y la novela son terrrenos distintos. Reconozco el rigor de su literatura, ella escribe no sólo para tener lectores, sino también para hacer literatura de calidad.

Una curiosidad, ¿por qué presentas este libro en Murcia?

Primero porque tuve una invitación de la Fnac. Y, en segundo lugar, porque tengo buenos amigos aquí, como profesores de la Universidad –Díez de Revenga–y colegas escritores, como Eloy Sánchez Rosillo. Además, estoy acostumbrado a venir a Murcia, ver el Museo Ramón Gaya...


'Poesía (1979-2005)', de Luis García Montero, está editada por Tusquets.


(Esta entrevista fue realizada vía telefónica el 28 de febrero de 2007)

Crítica: 'In concert', Eumir Deodato / Airto Moreira

Saludos desde el más acá, muchachada blogotroter:

Vuelvo y revuelvo a esta bitácora bizarra para hablar de compras disqueras recientes. Discos interesantes a precios bajos. ¡Ojalá siempre fuera así! No es por hacer publicidad, pero más de una y dos veces me he topado con buenos CD's y baratos en los grandes almacenes que Mediamarkt levantó a escasos metros de mi casa. Si bien es cierto que uno echa en falta algo más de variedad, tampoco nos podemos quejar demasiado en cuanto a los euros que cuestan los discos en el centro alemán. Para mayor diversidad tenemos la Fnac, aunque, eso sí, con precios más altos.

El caso es que hace cosa de una semana estuve merodeando cual rata de mediateca por las estanterías de Mediamarkt. La visita se saldó con la adquisición de 3 CD's y... bueno, en fin, creo que la compra fue exitosa.

Empecemos...

Eumir Deodato / Airto Moreira
In concert
CTI (1974) Reeditado por Sony en 2003
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El 20 de abril de 1973 el sello de jazz CTI la montó gorda en un Nueva York que, por entonces, gozaba de una interesante explosión latina. Las arterias del latino barrio del Harlem todavía rezumaban la salsa y el boogaloo popularizados en la década de los sesenta gracias a artistas como Johnny Pacheco (Fania Records), Pete Rodríguez y Ray Barretto. Pero, en fin, ésta es otra historia.

El caso es que la discográfica CTI, fundada por el músico Creed Taylor a finales de los sesenta, organizó aquel 20 de abril de 1973 un macroconcierto en el que actuarían todas las estrellas de su catálogo: desde Stanley Turrentine a Freddie Hubbard, pasando por Bob James, Ron Carter, Airto Moreira y Eumir Deodato. Parte de las actuaciones de estos dos últimos músicos fue recogida en el CD que comento, 'In concert'.

El teclista brasileño Deodato saboreba por entonces las mieles del éxito que le había proporcionado su brutal adaptación funky del clásico de Richard Strauss 'Also sprach Zarathustra' ('Así habló Zaratustra'). El dato le bastaba para ser cabeza de cartel del festival de CTI.

Por su parte, el percusionista Airto, compatriota de Deodato, llegaba también a Nueva York como peso pesado del jazz latino -Moreira ya había tocado con músicos de la talla de Miles Davis ('Bitches brew', 1970)-.
'In concert' se encargó de recopilar extractos de las actuaciones del teclista y del percusionista. Sin embargo, hay un dato curioso que es lo que, en definitiva, hace perder enteros a este CD. Lo explico. Para el Lp original de 1974, Creed Taylor decidió incluir sólo tres temas del directo de Deodato, más dos del concierto de Airto. Creo que éste es el primer fallo del disco, pues más enriquecedor habría sido contar con los dos conciertos íntegros.

Bien. Más tarde, en 1989, cuando el sello Legacy reeditó por primera vez el álbum en CD, se incluyó solamente el concierto del teclista, mientras que el del percusionista quedó -extrañamente- marginado.

Y llegamos a la reedición más reciente, la de Sony en 2003, es decir, la presente. Quizás lo lógico hubiera sido aprovechar este relanzamiento para recoger los dos directos enteros -y así, por ejemplo, poder deleitarnos con la versión en vivo del 'Also sprach Zarathustra'-. Pero no. Lo que hace Sony es volver a la idea del vinilo original e incluir tres temas de Deodato y dos de Airto, más un par de 'bonus tracks' del primero: 'Baubles, bangles and beads' y 'Skyscraper'. Una lástima, sin duda.



Aun así, el CD merece la pena. La música que hay aquí dentro tiene mucho valor. El directo de Deodato es poderoso, con una efectiva sección de metales a cargo de Joe Temperley (saxo barítono), Burt Collins (trompeta), Joe Shepley (trompeta) y Garnett Brown (trombón). Mención especial para el guitarrista John Tropea: alucinante en el tema que lleva su apellido por título.

A Airto Moreira sólo lo podemos catar en dos cortes, 'Parana' y 'Branches'. Jazz y sonidos brasileños en un cóctel sabroso y curiosón. Por cierto, a la voz estaba su esposa, Flora Purim (deliciosa).

Y... me reservo los otros dos discos que compré para un próximo post.


(La primera fotografía es de Eumir Deodato; la segunda, de Airto Moreira. Las dos imágenes datan de principios de los setenta)