viernes, 17 de noviembre de 2006

Repostando energías

Salud al colectivo blogotroter:

El
bandoneón que ocupaba mi corazón se marchó hace unos días y espero que no regrese en mucho tiempo. Ahora un carnavalito se hospedó en mi músculo bombeante.

Hemos repostado gasolina... en definitiva: energías, nuevas energías. Y así también ha ocurrido (o lleva ocurriendo desde hace unos meses) con Andrés Calamaro, que el próximo martes 21
(a la vuelta del corner) lanza 'El palacio de las flores', su nuevo disco con composiciones inéditas (¿o algunas ya estaban editadas?), producido y arreglado por la leyenda viva del rock argento
Litto Nebbia (ver también Melopea Discos).

Con agrado recibimos el adelanto que nos brindó by mail la página web oficial del gaucho (
www.calamaro.com). Un total de 17 canciones (7 compuestas íntegramente por Calamaro; 4 de Nebbia; una versión del bolero 'Contigo aprendí', de Armando Manzanero; y 5 compuestas mano a mano entre Calamaro y Nebbia).

Escuchamos un poquito de cada canción, y aunque no basta para libar con calma el polen de estas flores, sí es sufiente para hacerse una idea más o menos global del álbum. ¡Y el retrogusto es grato!

Es verdad que la producción y las ideas de Nebbia juegan un papel fundamental en el resultado sonoro de este florido palacio. El Litto tiene sus formas y maneras personalísimas con respecto a la música; sólo hay que echar un ojo (oído) a su repertorio, trufado de pinceladas de teclados y sintes que rozan (a veces) lo meloso y hortera. Algo de eso se percibe en la producción de 'El palacio de las flores', y no sólo en la producción, sino también en la forma que toman las canciones (todas). Pero (supongo) que es cuestión de acostumbrarse. El sonido Nebbia no entra a la primera, desde luego.

Con todo, en este disco se han incluido canciones certeras. Es posible que temas como 'El tilín del corazón' (Calamaro), que es, sin duda, de las preferidas de un servidor (al menos en cuanto a textos), hubiesen sonado mejor o más contundentes con otro tipo de producción (¿la de Joe Blaney?), pero hay que reconocer la esencia de la canción... ¡y darse cuenta de la grandeza! Y lo mismo sucede con otros cortes: 'Patas de rana' (Calamaro), 'Tengo una orquídea' (Nebbia-Calamaro), 'El palacio de las flores' (Calamaro), 'Punto argentino' (Calamaro)...

Me quedo con uno de los párrafos que escribió
Juan Puchades a propósito de 'El palacio de las flores', en el número de noviembre de la revista EFE EME: "Quizás no entre a la primera escucha, pero como la lluvia fina, 'El palacio de las flores' va calando poco a poco. Sólo hay que dejarse impregnar por él". Estamos deseando hacerlo.

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