o atardecí?
Esta vez el mediodía no me esperó,
tal vez se cansó de soportar mi indiferencia.
los pies colgando,
mejor dicho,
un solo pie suspendido
cual lánguido péndulo.
La otra pierna…
…la otra pierna flexionada.
como si la habitación
-esas cuatro paredes grotescas-
fuera un ancho un mundo
del que quisiera atisbar su horizonte.
¡Qué iluso! ¡Qué absurdo!
Los límites están bien perfilados…
…¿o no?
Me desplazo hacia la ventana lentamente
y me dispongo a izar mi persiana-bandera con incertidumbre.
¿Qué habrá más allá?
¿Seguiremos atracados en el mismo puerto?
Izo mi persiana-bandera con suavidad,
no por simpatía a la santa delicadeza,
sino por burdo miedo.
vacilo un momento y acto seguido
decido subirla hasta arriba
para confirmar lo que un instante antes
mis ojos habían notado.
se teñían del fulgor del sol,
que punzaba las nubes
de un todavía indómito cielo
con unos pocos rayos amarillos como el limón.
así que abro la escotilla y disfruto,
durante unos segundos,
de la brisa amiga.
o una nueva tarde.
un vaso de zumo de piña y uva
y un bote de omeprazol vacío.
2 comentarios:
Creo que por lo curioso de la situación era más bien tarde que mañana... Tu post me sugiere un estado vital que creo haber experimentado varias veces.
pd: Gracias amigo por enlazarme. Y por postear esa frasecilla. Estoy convencido de que tu blog va a dar mucho que "comentear".
Un fuerte abrazo.
En efecto, camarada, era más bien tarde... ¡pero más vale tarde que nunca!
Es lindo que el ser humano coincida a veces en estados de ánimo, estados de pensamiento, estados vitales... Al final todos estamos hechos de la misma carne y los mismos huesos (y sangre).
¡Y qué menos que echar el lazo a tu blogo incendiario! ¡Faltaría más! Ojalá nos valla bien a los dos en la red de redes.
P.D.: la "frasecilla" me marcó...
Grande abrazo para vos.
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